Capítulo 5
La temperatura no es mala, no hace frío y además, no llueve, damos una vuelta, escucho, ¡pobre, es mejor darle un paseo, estará entumecido, sí, sí, es verdad un paseo!, y así aprovecho para dejar mi tarjeta, pues nada, ya estamos en casa, eso creo al menos.
Me vuelven a subir en eso que los humanos tienen y que tanto les gusta y que me da que come bien y caro, este artilugio, come por un agujero y le ponen un grifo, ahora esta cosa no tiene dientes, pero traga y traga, después de un largo viaje, llegamos a una casa parecida a la de mi amo, me sacan, otra vez los abrazos y yo, sin olvidarme de los chupetones y jolín, no, ahora no, ya está bien, otra vez a mirarme, me suben a la mesa y me revisan de arriba a abajo, les escucho hablar, creo que están contentos, menos mal, mejor así.
De repente escucho esa voz, la conozco, sí, es él y ella, hay gente conocida, ¡qué alegría!, por fin tengo amigos y antiguos compañeros, no estaba equivocado, he venido a una buena casa, ya sabía yo que mi amo no me fallaría, y que elegiría lo mejor para mí, gracias amo, nunca te olvidaré, si algún día nos encontramos y no te digo nada, no es porque no quiera, más bien para no hacer de menos a mi nueva gente y a mi nuevo amo, pero tú siempre serás MI AMO… |